Esta oscuro, el cielo se cierra sobre mi y hace frío.
Es invierno. El viento se llevó las azoteas. Se han congelado las buenas intenciones y los niños se esconden bajo las mantas.
Se oye ruido. El camión de la basura golpetea mis sienes y castiga obscenamente mi nariz.
Y no se adonde ir.
No pasa nadie, no tengo nada.
Pero si tu quieres, el sol simulará que sale. Se iluminarán las estrellas y sembrarán de diamantes como puños el cielo raso.
Si la noche se enrolla, beberé del mejor de los licores, comeré en tus senos sus manjares.
Si la noche se enrolla, la libertad me llevará en volandas por las aceras. Las niñas de malos pensamientos me harán su rey, devorarán mi aburrimiento como tigresas.
Si ella quiere, solo se oirá la musica de los corazones enamorados, y la pasión me elevará hasta las más altas cumbres del placer.
Si la noche se enrolla, merecerá la pena seguir vivo.
Se me escapó la noche
llena de lunas blancas,
se me escapó la noche
y no pude ya alcanzarla.
Se me llevó la vida
por entre mar y cañas,
y arrastro mi desconsuelo
buscándola.
Se me ha perdido la boca
se han fundido mis palabras,
y solo quiero que venga
la muerte, para encontrarlas.
Olvidé tu voz, suave y sugerente
olvidé el viento que arañaba tu negra melena
mientras recorriamos las calles de cualquier ciudad.
Olvidé el calor de tu piel,
olvidé los regalos que esparcias por mi alma
mientras reias a carcajadas.
Olvidé tu nombre,
olvidé tus calidas manos recorriendo mi espalda,
tus rojas uñas clavandose en mi cuerpo,
el olor sugerente de tu cuello,
el sabor dulce de tu boca,
el temblor de tu cuerpo cuando navegabamos
entre las sábanas de tu alcoba.
Como ves... lo he olvidado todo.
A veces cambiaria todo. Iria hacia atrás en el tiempo para deshacer el ultimo paso equivocado, para esquivar la piedra o poner los brazos. Y seguiría la vida con ese cambio hasta que no me gustase como sigue. Y volvería a retroceder un poco más, hasta eliminar ese otro mal momento, ese desliz, el patinazo, la herida, la muerte de un ser querido. Y seguiría viviendo esta torpe vida una y otra vez, intentando aprender de los errores, dejar atrás el peso que lastra mis alas.
A veces le haría trampas a la vida.
Sumido en el calor de una sofocante noche de Agosto del sur de España. Donde el mar adormece la fina arena de las playas doradas.
Al final y al principio del camino. En medio de la nada y arrugando el tiempo. Así estoy, expectante y herido. Con los arpones clavados y a merced de los caprichos del destino.
¿A donde llevarán mis pasos?
