Sumido en el calor de una sofocante noche de Agosto del sur de España. Donde el mar adormece la fina arena de las playas doradas.
Al final y al principio del camino. En medio de la nada y arrugando el tiempo. Así estoy, expectante y herido. Con los arpones clavados y a merced de los caprichos del destino.
¿A donde llevarán mis pasos?
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